Add parallel Print Page Options

31 Ni yo mismo sabía quién era, pero Dios me encomendó bautizar con agua precisamente para que él tenga ocasión de darse a conocer a Israel.

32 Y Juan prosiguió su testimonio diciendo:

— He visto que el Espíritu bajaba del cielo como una paloma y permanecía sobre él. 33 Ni yo mismo sabía quién era, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y permanece sobre él, ese es quien ha de bautizar con Espíritu Santo”.

Read full chapter